Los tratamientos con ondas de choque se emplean para tratar patologías relacionadas con el aparato locomotor, tales como, por ejemplo, tendinopatías, fasciopatía plantar, trocanteritis, etc. De hecho, son unos de los más utilizados en fisioterapia porque su éxito es, aproximadamente, del 80 %.
¿Cómo se tratan lesiones musculares con terapia de ondas?
El tratamiento con ondas de choque se efectúa por medio de unas ondas acústicas con una gran energía, las cuales promueven la regeneración de los músculos y los tendones. Para ello, se adentran en los tejidos con el fin de curar inflamaciones, aliviar dolores o disolver calcificaciones.
La profundidad a la que pueden llegar depende del tipo que sean. Si son focales, pueden alcanzar los 12 centímetros. En cambio, si son radiales, 5 centímetros como máximo. Es necesario mencionar que estas últimas, al no penetrar tanto en los tejidos, son menos dolorosas.
Por último, hay que dejar claro que la aplicación de las ondas de choque no se realiza una sola vez. Son precisas varias sesiones y entre ellas debe haber un periodo de descanso para que el tejido pueda ofrecer una respuesta óptima.
¿Cuáles son los usos de los equipos de ondas?
Los equipos de ondas de choque son muy utilizados en fisioterapia para aliviar diferentes patologías relacionadas con los dolores musculares, así como con los ligamentos y los tendones. Hay afecciones que no responden adecuadamente a los tratamientos más tradicionales. Por lo tanto, se vuelve imprescindible buscar otras alternativas.
Las aplicaciones más comunes para tratar con ondas de choque que han demostrado efectividad son las siguientes:
- Hombro. Tendinosis del manguito rotador.
- Pierna. Los síndromes de fricción de banda iliotibial y el del estrés tibial medial.
- Espalda. Dolores musculares crónicos en las zonas de la columna lumbar y en las cervicales.
- Pies. Fascitis plantar, espolones del talón o tendinitis del tendón de Aquiles.
Tras varias sesiones, los dolores comenzarán a desaparecer y el paciente podrá recuperar su cotidianidad. Estas son solo algunas de las patologías para las que se usa esta técnica. Sin embargo, hay muchas más, todas ellas muy molestas y que no permiten hacer vida normal.
Beneficios de los tratamientos con ondas de choque
Los beneficios de este tipo de tratamientos son muy numerosos, aunque todo depende del tipo de afección y de las condiciones físicas de la persona que se someta a ellos. A continuación, se mencionan algunos de los más destacados:
- Se trata de una técnica no invasiva. No hace falta ningún tipo de intervención ni preparación previa por parte del paciente para hacerla. Es más, luego puede hacer una vida completamente normal.
- Ofrece mejores resultados para tratar determinadas lesiones que las técnicas tradicionales, como en cervicalgias, lesiones en el hombro, fascitis plantar, etc.
- Regenera el tejido dañado. Es decir, no solo consigue que el dolor desaparezca, sino que el tejido se va recuperando poco a poco para que vuelva a estar en perfectas condiciones.
- Aunque todo depende de la patología, por lo general, unas tres sesiones son suficientes. En consecuencia, el paciente nota la mejoría en su afección con bastante rapidez. No tiene que esperar largos periodos de tiempo para sentirse bien de nuevo.
- Relaja la zona tratada, al contrario que otras técnicas que pueden resultar, incluso, dolorosas.
Los tratamientos con ondas de choque son ideales para tratar diferentes afecciones relacionadas con los tendones, músculos o ligamentos. El paciente nota la mejoría bastante rápido y el dolor desaparece muy pronto. Igualmente, una vez aplicado el tratamiento, no es necesario llevar a cabo ningún tipo de rehabilitación y puede continuar su vida con normalidad. Eso sí, es recomendable que vayan acompañados de sesiones de fisioterapia.
