¿Cómo disolver los hematomas subcutáneos?

hematomas encapsulados en un pie

Se llama hematoma a la acumulación de sangre en los tejidos que se produce fuera del torrente sanguíneo. Los hematomas subcutáneos aparecen debajo de la piel y, por ello, se aprecian visualmente.

Diferencias entre hematomas subcutáneos y otros tipos de hematomas

Estos son los principales tipos de hematomas:

  • Subcutáneos. Son los que todo el mundo identifica como moratones o cardenales. Se localizan debajo de la piel.
  • Intramusculares. Se trata de los más dolorosos, ya que se ubican en el tejido muscular.
  • Periósticos u óseos. Se forman en la superficie de un hueso. Junto con los anteriores, constituyen el dolor más común en huesos y músculos.
  • Internos. Pueden producirse en cualquier parte del cuerpo como consecuencia de un impacto o traumatismo muy grave. Por ejemplo, accidentes de tráfico o caídas desde gran altura.
un hematoma superficial en la pierna

¿Por qué se producen este tipo de hematomas?

Existen seis causas, perfectamente definidas, para la aparición de los hematomas:

  1. Golpes, impactos y traumatismos. Es el origen más habitual: caídas, accidentes, agresiones, lesiones deportivas…
  2. Presión constante e ininterrumpida sobre una zona.
  3. Consumo de determinados fármacos, sobre todo anticoagulantes.
  4. Enfermedades y trastornos de la coagulación. Por ejemplo, déficit de vitamina K o de plaquetas, leucemia, hemofilia y ciertas alteraciones del hígado.
  5. Paredes frágiles de los vasos, como la púrpura simple (mujeres) y la senil (ancianos).
  6. Intervenciones quirúrgicas y procedimientos diagnósticos que suponen extraer sangre o bien pinchar o cortar tejidos.

En general, los hematomas subcutáneos no suelen generar problemas. Siguen un proceso habitual de desarrollo y acaban desapareciendo solos en unos días. Normalmente, entre dos y cuatro semanas.

Los síntomas de un hematoma subcutáneo son, pues, predecibles e inocuos. En un principio, producen algo de dolor y calor local. Lo más vistoso es el sucesivo cambio de color de la zona afectada. Primero se aprecia rosada, luego morada, después pardusca y, finalmente, amarilla residual.

Los craneales, por su parte, sí pueden generar efectos no específicos. El dolor de cabeza, los vómitos, las náuseas, la confusión mental y la pérdida de conciencia son posibles. En los casos más graves, podría existir riesgo de muerte.

En cuanto a los internos en el resto del cuerpo, suelen pasar desapercibidos hasta que la pérdida de sangre es muy grave. Por ello, los especialistas deben buscarlos y localizarlos tras un traumatismo fuerte.

tratamiento de hematomas encapsulados con diatermia

¿Cómo tratar un hematoma encapsulado?

Casi todas las lesiones por traumatismo van acompañadas de algún hematoma. De manera habitual, la sangre se va reabsorbiendo con el paso del tiempo hasta que el hematoma desaparece.

Sin embargo, se dan casos puntuales en los que el cuerpo no consigue eliminarlo. Entonces, se produce una reacción fibrosa que lo aísla por medio de una cápsula.

Si se detecta ese proceso, lo mejor es aplicar fisioterapia para hacerlo desaparecer y evitar que se forme la cápsula. El tratamiento de un hematoma encapsulado no difiere del resto, salvo que requiere una vigilancia más estrecha.

En los hematomas subcutáneos, las medidas que se pueden aplicar para acelerar su desaparición son:

  • Hielo o frío local para frenar la hemorragia.
  • Reposo.
  • Elevación de la extremidad o parte afectada.
  • Manzanilla. Se hierve y se deja enfriar antes de ponerla unos minutos sobre el lugar dañado.
  • Masaje manual suave.
  • Paracetamol para combatir el dolor. Ni el ibuprofeno ni la aspirina están recomendados.
  • Vendajes compresivos no muy ajustados para evitar que se vuelva a formar.

Solo cuando un hematoma presiona los tejidos próximos y afecta a su función, es preciso aplicar un drenaje mediante cirugía de urgencia.
La tranquilidad ha de acompañar siempre a la aparición de hematomas subcutáneos. Sin embargo, la vigilancia médica nunca está de más si se aprecian reacciones inesperadas.